Cerca de 450 personas tuvieron que pasar la noche fuera de casa a causa del terremoto de 4,2 grados en la escala de Richter que sacudió el martes la región de Umbria, en el centro de Italia.
La Protección Civil aseguró este miércoles por la mañana que la situación está "bajo control", aunque por el momento ya son más de un millar las solicitudes presentadas por los ciudadanos para que los expertos revisen el estado en que han quedado sus casas tras el seísmo.
Las zonas que más sufrieron las consecuencias del terremoto fueron las pequeñas fracciones de Spina y San Biagio, donde numerosos edificios han quedado inutilizables y donde se concentra la mayor parte de desalojados. Éstos tuvieron que pasar la noche en una antigua discoteca y en otros locales que las autoridades del lugar pusieron a su disposición.
Hace doce años, la región de Umbria se vio sacudida por otro fuerte terremoto que afectó las localidades de Asís y Foligno y en el que murieron once personas además de causar ingentes daños en bienes artísticos y culturales.
Esta zona tampoco está lejos de L'Aquila, la ciudad que la pasada primavera sufrió uno de los peores terremotos registrados en Italia en los últimos tiempos y en el que perdieron la vida más de 300 personas.

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