viernes, 15 de enero de 2010

Olor a cloro en volcán Turrialba pone en alerta a las autoridades

Vulcanólogos sospechan que el cráter está emanando ácido clorhídrico

Sismicidad y desgasificación en el macizo mantienen la alerta amarilla

La Pastora. Turrialba . Vulcanólogos de la Red Sismológica Nacional reportaron ayer un fuerte olor a cloro en las zonas aledañas al volcán Turrialba y, según versiones preliminares de los expertos, podría deberse a la expulsión de ácido clorhídrico (HCI) del cráter.

El vulcanólogo Raúl Mora dijo que el HCI es un gas que los volcanes pueden liberar en un período fuerte de desgasificación, como ocurre en el macizo turrialbeño.


“En el volcán hay fracturas que se pueden abrir y cerrar. Cuando se genera un poco de presión, estas se abren y liberan ceniza y gases, entre ellos el HCI. La novedad en todo esto es que hasta ahora no habíamos podido percibir la presencia de este olor y la posibilidad de que sea este tipo de gas”, explicó Mora.

Sin embargo, Mora insistió en que no han podido constatar si en realidad se trata de HCI, pues solo con un equipo especializado de medición podrían comprobarlo. Precisamente, hoy jueves, los expertos ingresarán a la zona con los aparatos necesarios para esta labor.

Además, el vulcanólogo agregó que la sismicidad en las inmediaciones del cráter continúa siendo fuerte y que la emanación de gas y ceniza no ha cesado.

De hecho, comunidades como San Juan de Chicuá, San Rafael de Oreamuno, Las Gabetas, San Rafael de Irazú y Guarumos reportaron por primera vez una leve pero perceptible caída de ceniza, lo que implicó un aumento en el rango de afectación de la zona.

“Hubo una especie de calma durante la tarde y la noche del martes, pero a partir de la madrugada de hoy (ayer) la sismicidad aumentó y esto incidió en el movimiento de fluidos y de gas, que coinciden con los nuevos reportes de ceniza en la zona”, agregó el experto.

Hoy jueves, los vulcanólogos volverán a ascender al cráter oeste, con la intención de observar el boquete que se abrió por la fuerte actividad del fin de semana pasado. Por tres días consecutivos, el mal tiempo y la neblina han impedido la exploración directa de este cráter activo.

En alerta. La posible existencia de HCI en el aire puso en alerta a las instituciones de emergencia apostadas en el lugar, pues el HCI puede causar trastornos en la salud humana, animal y vegetal.

“El HCI es básicamente cloro en forma de gas y puede causar mareos y falta de aire. Además, en las personas asmáticas puede ocasionar broncoespasmos, porque el HCI compite con el oxígeno y lo disminuye. Poco a poco se van deteriorando las funciones normales hasta perder el conocimiento”, dijo Manuel Rowe, representante del Área de Salud ante la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).

Como medida de prevención, Sandra Saborío, funcionaria de la CNE, dijo que los funcionarios de emergencia y productores agrícolas que están realizando labores en la zona, deberán utilizar máscarilla y equipo protector especializado. Esta directriz se aplicará a todas las personas que transiten entre el poblado de La Central y el cráter del volcán.

Por otra parte, de La Central hacia abajo, es decir, hasta el sector de La Pastora, la población requerirá usar únicamente un tapabocas.

A partir de hoy, la CNE trasladará a la zona un equipo del Departamento de Materiales Peligrosos, del cuerpo de Bomberos, para medir la concentración de gas en el aire. Además, representantes de Acueductos y Alcantarillados harán un muestreo en las aguas de los ríos Aqueares y Turrialba –también en algunos afluentes– para saber si se contaminaron por la emanación de gases y ceniza.

Fuente: nacion.com

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