San José (elpais.cr) - El volcán Turrialba continúa su actividad y el sábado registró dos erupciones de ceniza, mientras en anteriores eventos de esta semana lanzó materiales rocosos de hasta un metro de diámetro, informaron científicos del Observatorio Sismológico y Vulcanológico de Costa Rica (OVSICORI).
La actividad del volcán, la más importante del Turrialba en 145 años, obliga a las autoridades a mantener los niveles de alerta preventiva para la población, mientras el presidente Oscar Arias visitó la zona y prometió ayuda a los afectados.
Hay que "pedirle a Dios que esto vuelva a la normalidad", dijo Arias, quien expresó su temor de que la alarma creada por la actividad volcánica pueda afectar el turismo en la próspera zona de Turrialba.
"Es importante la preocupación, pero también me preocupa que seamos más alarmistas que el resto del país. Hay una actividad turística aquí en esta zona y no la queremos ver perjudicada", dijo Arias.
Además, el presidente recordó los daños económicos sufridos por el sector de turismo en el área del volcán Poás, situado al noroeste de San José, en los meses siguientes al terremoto de Cinchona, del 8 de enero de 2009, que dejó una veintena de muertes.
"Luego del terremoto se tomó mucho tiempo antes de que la gente volviera" a la zona del Poás, uno de los principales atractivos turísticos de Costa Rica.
Cambios Morfológicos
Este sábado, Miguel Ángel Dib, de la empresa Film & Picture Helicopters S.A. y Federico Chavarría, sobrevolaron el volcán, y según los científicos del OVSICORI, las fotografías de gran calidad muestran cambios importantes.
Señala el informe que elementos de las erupciones del pasado 5 y 6 se muestran ahora con toda la claridad de la mañana, donde aprecian no solo las quemaduras intensas bien documentadas a lo largo de años por personal de OVSICORI sino el verde contraste de la zona lejana al oeste y suroeste.
Destaca que en la pared interna, en el sector más empinado, se nota la cavidad total que comenzó en forma de dos bocas de menor tamaño. Desde esa grieta se despide una columna modesta probablemente de gas y vapor. Su color azulejo probablemente se debe a la composición magmática de esos gases tóxicos.
El OVSICORI resalta que es importante notar que la pared externa a la derecha (flanco noroeste) muestra el color blanquecino, reportado en informes de campo desde hace varios meses, la cual tiene temperaturas cercanas a los 90ºC.
Relatan que se puede apreciar la disposición de materiales métricos y submétricos que fueron evacuados desde la cavidad reciente, así como algunos bloques (o rocas) en las cercanías sobrepasan el metro de diámetro.
Conforme la capa de estos materiales mayores se aleja del punto de expulsión disminuyen en tamaños que van desde unos pocos centímetros hasta muchas decenas de centímetros.
De acuerdo a uno de los participantes del vuelo esos materiales se encuentran en una disposición preferente, que se relaciona con el ángulo de explosión. Estos bloque se encuentran entre una capa gruesa de sedimentos y materiales preexistentes que van disminuyendo de diámetro según se acercan a las poblaciones al suroeste.
Por otra parte, el corte de la pared en la nueva cavidad muestra las capas de actividades anteriores que se acumularon ahí en paquetes para conformar ese borde.
El OVSICORI detalla que tales capas fueron cortadas violentamente por las expulsiones freáticas de los últimos días.
Sostiene que aunque la forma alargada de la nueva cavidad no asemeja a un cráter circular, tal forma puede variar conforme las paredes inestables continúen colapsando y la energía de las exhalaciones continúe expulsando sedimento y material triturado.
Turrialba
Por otro lado, la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), dijo en un comunicado de prensa que “la población turrialbeña experimentó hoy (sábado)... varias erupciones de ceniza muy fuertes que pudieron ser observadas desde muy lejos''.
La ciudad de Turrialba se encuentra ubicada a unos 70 kilómetros al este de San José ya una veintena de kilómetros al sur del volcán.
La información resalta que contrario a la primera erupción del martes, cuando las cenizas se dirigieron hacia la capital, los expertos indicaron que “la variación de la dirección de los vientos podría estar enviando esta ceniza hacia sectores cercanos a la ciudad de Turrialba''.
Los científicos y funcionarios siguen analizando el comportamiento del coloso de 3.340 metros de altura sobre el nivel del mar con visitas y sobrevuelos.
Entre tanto, el ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Javier Flores, se reunió con productores de leche y agricultores, a quienes les prometió ayuda.
“Hemos podido comprobar que no ha habido por el momento una gran afectación. La capa de ceniza sobre los cultivos y pastos no excede los tres milímetros. Eso nos tranquiliza pero no podemos confiarnos y debemos tomar medidas en caso de que esto se alargue o empeore la situación del volcán'', dijo Flores.
Alrededor del volcán existe gran cantidad de plantaciones de papa, hortalizas y fincas lecheras. Los funcionarios del MAG detectaron afectación por la caída de material volcánico en 65 fincas lecheras y en 200 hectáreas de cultivos, sin registrar aún pérdidas.
Vigilancia
La CNE también informó que ha intensificado la operación que mantiene en la zona del volcán, mientras mantiene en observación el comportamiento de un frente frío que está ingresando al territorio nacional, por la costa caribeña, ante los posibles efectos de la lluvia y el viento sobre la actividad volcánica.
"De acuerdo con los técnicos, la variación de la dirección de los vientos, podría estar enviando esta ceniza" en dirección a sectores alejados del cerro, añadió la CNE.
El comunicado fue difundido un día después de que un vulcanólogo de la estatal Universidad de Costa Rica (UCR) informó que los dos cráteres aparecidos el jueves pasado dentro del cráter principal del cerro, se unieron tras haber colapsado la pared que los separaba.
La división -de unos cinco metros de espesor- se derrumbó, uniendo así en uno a los dos cráteres de 30 y 20 metros de diámetro, explicó el vulcanólogo Rolando Mora a estaciones de la televisión de Costa Rica.
Entretanto, alrededor de unas 50 personas permanecen en albergues habilitados por la CNE en sectores seguros fuera del área inmediata de influencia de la erupción.
La jefa de la CNE, Vanessa Rosales, dijo que los vulcanólogos seguirán monitoreando el coloso y expresó su preocupación por un frente frío que avanzaba este sábado desde Norteamérica hacia Centroamérica, que podría dirigir las cenizas y gases del volcán directamente hacia la ciudad de Turrialba.
"Vamos a valorar la nueva información" que proporcionen los vulcanólogos y los meteorólogos para resolver si es necesario adoptar otras medidas, explicó Rosales.
Las cenizas han dañado cultivos y pastos en la fértil zona agrícola de Turrialba, famosa por la producción de leche y quesos, y amenaza a unas 8.000 cabezas de ganado.
La ceniza está compuesta por arcilla, azufre y sulfato, y posee niveles de acidez que no afectarían gravemente la salud humana, aunque podrían causar irritación en ojos, nariz y la boca, informó el Ministerio de Salud.
Una erupción de magma o lava no ocurre en el Turrialba desde 1866, y su actividad se había limitado a fumarolas, la última de ellas en diciembre de 2007.
Fuente: elpais.cr

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