Deberá apuntalarse la pared para evitar nuevos derrumbes contra las casas
D.M. / Ponferrada
Operarios del cuerpo de bomberos de Ponferrada controlaban ayer las tareas de desescombro del derrumbamiento de tierra que invadió el pasado sábado una vivienda en el casco antiguo de Ponferrada y provocó daños a varios inmuebles unifamiliares de la calle Hugo de Payns.
El responsable de las obras de desescombro comentó durante las tareas a los medios de comunicación que “habrá unas 30 toneladas de tierra aproximadamente. Es un muro de mampostería que puede tener más de cien años o más. El trabajo de muro era de contención y no ha soportado la carga del material que tiene por detrás”.
Los operarios de la empresa que se encarga de las obras de retiradatrabajaron durante toda la jornada de ayer y continuarán durante el lunes.
El jefe de las obras apuntó que posiblemente haya que apuntalar la zona en la que se pueden producir nuevos derrumbes, ya que el muro tiene una pequeña grieta y es posible que se pueda seguir cayendo sobre las casas.
El responsable de los bomberos también coincidió en apuntar en que “hay un muro que tiene cierto abobamiento”, aunque “con lo que hay caído debía ser suficiente para aliviar la presión”.
Los propietarios de los inmuebles afectados se recuperaban ayer del susto. El suceso se produjo el pasado sábado a media tarde, cuando las familias de los chalets de la calle Hugo de Payns descansaban tras la fiesta de fin de año. El más afectado fue el número siete. Sus propietarios oyeron un gran ruido y llegaron a creer que se había caído el techo de la casa, según informó a La Crónica la dueña de la casa.
Aunque las fachadas y los jardines sufrieron graves daños, afortunadamente no hubo que lamentar daños personales en este inesperado suceso.
Fuente: la-cronica.net

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